En quinto lugar tenemos el caso San Salvador Atenco, con 931 notas, que habiéndose generado hace casi 10 años esta semana dio de qué hablar, con la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la nación que culminó con la excarcelación de los activistas que protagonizaron los desmanes que muchos recordamos.
Cuarto lugar y en franco declive, con 2,670 referencias, pues el mundial de Sudáfrica 2010. Disminuye el interés de las audiencias, paradógicamente cuando aumenta el nivel de buen fútbol.
Tercer lugar, un tema que sería primero en otras circunstancias, las sorprendentes afectaciones en monterrey y Tamaulipas por el paso del huracán Alex, con 3,232 notas
Segundo lugar, y representando también al personaje individual más mencionado en la semana con 5,897 notas; más notas aún que la persona del Presidente de la república, el malogrado candidato priista en Tamaulipas, el caso del asesinato de Rodolfo Torre Cantú sin duda conmocionó a la opinión pública nacional, Y no fue el primer tema de nuestros conteos por la circunstancia de que el suceso acaeció muy avanzada la semana.
Y así que consecuentemente, en primer lugar con 8,588 menciones en radio y televisión esta semana, pues los procesos electorales locales que culminaron con la votación del día de ayer. Larguísimo proceso que estuvo marcado desafortunadamente por la violencia no culmina el día de ayer, por que todavía en los medios sabremos mucho de conteos de votos, tribunales y constancias de mayoría.
Y de estas 8,500 notas sobre el proceso electoral en las 14 entidades del país, casi 1000 se refieren de alguna manera a sondeos de opinión, conteos rápidos y encuestas de salida. De hecho el día de ayer hacia las 6 de la tarde que comenzaron a cerrar las casillas, no se hablaba de otra cosa en los medios que cubrieron la jornada, que de la emisión de los primeros resultados de las encuestas de salida o a boca de urna como se les llaman, y más tarde sobre los conteos rápidos.
Aquí hemos detectado un fenómeno interesante. La importancia que en los medios se les da a estos levantamientos estadísticos es creciente, y muchas veces mayor que la que se le da a los propios resultados oficiales; y esto es así porque los cómputos finales de las elecciones se comienzan a realizar tres días después de la jornada de la votación; y esto es un período de tiempo demasiado largo para la dinámica actual de la radio y la televisión. Si antes eran los partidos políticos los que contrataban a las empresas encuestadoras con fines estratégicos, son ahora los mismos medios, tanto electrónicos como prensa escrita y a veces unidos en alianzas o coaliciones de medios, quienes contratan los servicios de las diferentes empresas encuestadoras, para competir a ver quiénes son los primeros en informar a sus audiencias de las tendencias de las votaciones.
Esta competencia alcanzó niveles interesantes el día de ayer; realmente parecía una estampida febril la que algunos medios protagonizaban para ser los primeros en dar a conocer sus resultados, a grado tal que pude atestiguar por ejemplo como en Televisión Azteca se desajustaron sus relojes y misteriosamente se les adelantaron casi dos minutos. Resultó por momentos que las encuestas, y en particular las encuestas contratadas por los medios de comunicación fueron los protagonistas del momento cúlmen del proceso electoral, y me refiero a la revelación del ganador. De esta forma, y de manera creo que inédita, los dirigentes de la Alianza opositora en Oaxaca, pusieron en vivo dentro de su rueda de prensa, la señal de la televisora Milenio, cuando anunciaba sus encuestas de salida, convirtiendo a sus conductores en voceros involuntarios.
Los resultados de los distintos levantamientos divulgados en medios fueron consistentes el día de ayer con los resultados preliminares, esto es, que el margen de error presente en todos estos ejercicios estadísticos no hizo de las suyas, como ha sucedido en otras ocasiones, que las tendencias se revierten a la hora de la hora, causando desconcierto y desde luego desconfianza en la audiencia.
Ayer no fue así; ayer fue la noche de las encuestas y los conteos; resultó interesante y hasta divertida toda esta guerra de cifras, pero creo que los medios de comunicación no deben sobredimensionar la importancia de estos ejercicios probabilísticos en contra de los resultados oficiales; deben recordar a sus audiencias que estos levantamientos tienen margen de error y en algún momento de gran controversia, lejos de ayudar y de informar, pueden causar mucho ruido.
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