De la tragedia al chistorete.

Semana de preocupaciones de idversa indole, económica, climática.  Sobre seguridad, justicia y política. Preocupaciones en lo económico con barruntos de nuevas crisis; procupaciones climáticas, con las lluvias y los distintos meteoros climatológicos tambien están presentes en la radio y televisión, y no solo de lo sucedido en México sino en el extranjero, señaladamente con los huracanes que han tocado los Estados Unidos.  Semana de crisis internacional, con el fin que no termina del derrocamiento del dictador en Libia Mohamar Kadaffi.  Semana de asesinatos de periodistas, en este caso de las dos mujeres encontradas muertas en el distrito federal que si bien no ejercían el oficio actualmente, el gremio ha demostrado su solidaridad como cada vez que sucede alguna desgracia así.

Y pues sin duda lo que ha sido el tema más preocupante de la semana; el que ya desde el lunes pasado vaticinábamos sería el caso más mencionado por la radio y televisión en muchos días, el incendio provocado por ataques en el Casino Royale de Monterrey, sucedido apenas hace 10 días, el pasado 25 de agosto.  Más de 4,000 referencias, este tema logró desbancar a lo relacionado con el tema del futurismo hacia el 2012, que ya comentábamos tenía una incidencia tan importante en los medios como si ya fueran días de campaña electoral.  Y logró desbancar tambien, esto no tenía mucho precedente, pues toda la información proveniente del 5to informe presidencial de Felipe Calderón.  Ya desde hace varios años la importancia del informe en medios ha venido disminuyendo, pero no recuerdo que un caso concreto haya duplicado el número de menciones el tema del informe en ningún año de los que llevamos analizando estas tendencias.

Así las cosas, esta semana fue de tragedia, de muertos, de luto y desesperanza. Semana tambiern de lamentos, y de recriminaciones.

Sobre este caso del casino de monterrey quisiera comentar como la opinión pública especializada y por ende en los noticieros se pasó del azoro, de la tristeza y la impotencia por tanta muerte sin sentido bajo el humo y las llamas, a una especie de patético show cómico mágico musical, cuando el alcalde regio y hermano, además del abogado de Jonás Larrazábal, este oscuro personaje que al más puro estilo del Profesor René Bejarano fue captado en video recibiendo fuertes sumas de dinero, afirmaron que dichas transacciones eran cobros por la venta de queso Oaxaca. De inmediato los comentaristas y conductores de los medios pasaron de la incredulidad a la risa, y de ahí a la chunga. Y el asunto de los quesos se convirtió en fuente para la creatividad de ocurrentes y humoristas, con chistes, y bromas, juegos de palabras y hasta canciones y corridos, muy bien consignados en los mismos medios que dias antes vertían su tristeza y desazon por ver salir cadávares y cadáveres del humo casino regio.

¿Por que este cambio de enfoque? ¿Qué hizo que la radio y la televisión pasaran de los lamentos enfurecidos, de la denuncia impotente, a la risa y el escarnio de un vendedor de queso oaxaca que cobra su mercancía en las mesas de un casino? ¿Por que el tema pasó de los noticieros a la barra cómica? Se diría fácilmente lo que ya es tradición en los medios; que el mexicano es festivo, que no le tiene miedo a las desgracias, que el mexicano se burla de la muerte. Pero yo no creo que sea así.  Pienso más bien que a veces manejamos, y percibimos en los medios mucha tensión, informaciones y contenidos demasiado impresionantes y tristes, demasiado intensos, que elevan en las audiencias el nivel de streess hasta un punto incómodo, difícil de soportar. Y es ahí cuando el primer chistorete, la primer gracejada después de una larga sucesión de informaciones duras y tensionantes, ocasionan una muy necesaria liberación de la presión como si se tratara de una olla expréss. Y entonces vienen los chistes, las ocurrencias y la creatividad expresada en muchas y muy divertidas formas, ocasionando que la gente continúa pensando en la tragedia; continúa preocupándose de las consecuencias de la violencia y del crimen organizado, pero tiene esta pequeña liberación de la presión acumulada, gracias a esta muy mexicana forma de mostrar nuestra creatividad.

No creo que se trate pues, de irrespeto, ni de indolencia, ni mucho menos de impasividad ante situaciones que mucho nos preocupan, sino simplemente de un mecanismo de defensa que la mentalidad colectiva del mexicano utliza para relajar las tensiones, y poder enfrentar sus crisis de la mejor manera posible. Y los medios electrónicos de comunicación pues no hacen, pienso yo, más que reflejar estos mecanismos.