El impacto de la Presidencia de la República

Dentro de los temas generales, siguiendo con la tendencia de la semana pasada, y debido a los nuevos hallazgos dentro del caso de Silvia Vargas, el término secuestro fue mencionado en casi 2,000 ocasiones en la semana. Por otro lado, y gracias a la ocurrente idea del gobernador de Coahuila, el tema de la pena de muerte sobrepasó también las dos mil menciones; lo cual demuestra que si bien son ineficaces para combatir la inseguridad, subir a la discusión pública estas ideas garantiza una mayor presencia en medios, que es seguramente lo que el gobernador Moreira quiere. Reza el dicho popular: “bien o mal, pero que hablen de ti” pareciera ser ésta la estrategia de algunos suspirantes al 2012.

En cuanto a casos de seguimiento, la crisis económica sigue en los primeros lugares de mención en la radio y televisión mexicanas, seguida de lejos por asuntos como la reforma judicial, el proceso electoral 2009 y los casos de secuestro vigentes.

Esta semana fue el Presidente Felipe calderón Hinojosa, quien con casi 2,000 menciones dobló el impacto sobre el personaje que le sigue, en este caso el presidente norteamericano Barack Obama.  El recuerdo del desaparecido Carlos Abascal Carranza estuvo presente en tercer, lugar, con cerca de 1000 menciones,  y el gobernador de Coahuila Humberto Moreira en cuarto, por su ocurrencia de la pena de muerte.

Por lo que respecta a la Presidencia de la república mencionada en la radio y televisión mexicana, podemos decir que ha estado casi siempre en los primeros lugares de mención de instituciones, compartiendo este sitio con diferentes instanc   ias del poder legislativo, y a veces con los Estados Unidos.  A lo largo del año se ha mantenido con un promedio de entre 2,500 y 3,000 menciones cada semana, no variando demasiado.  Sin embargo, comparado este número de menciones con las del sexenio anterior, existe una reducción importante en cuanto a impactos en radio y televisión, lo cual parece indicar que las políticas actuales de comunicación de la Presidencia de la República evitan que la institución tenga una exposición a medios intensa y cotidiana, centrándose más bien en la emisión de mensajes más puntuales, y recargando la tarea del posicionamiento de mensajes del gobierno federal en otras instancias del poder ejecutivo, como podrían ser la secretarías de estado.