Se va la influenza; llegan las elecciones

Por fin nos quitamos los tapabocas y hacia finales de la semana pasada la radio y televisión mexicanas comenzaron a dejar de hablar del brote de virus de influenza H1N1.   Los noticiarios de los medios electrónicos en México volvieron a la normalidad hablando de los temas de siempre. De esta manera, las menciones para la influenza sumaron esta semana las 6,000;   las relativas a la crisis económica 3,000 y al proceso electoral 2,600.    La fuga masiva de reos en el penal de Cieneguillas en Zacatecas tuvo 1,200 menciones y el breve pero agitado susto del temblor del viernes alcanzó las 600 notas sólo el fin de semana, porque ya para el día de hoy el tema está casi olvidado. Así de particular es la vida de los mexicanos, y en especial de los capitalinos.

Con respecto a personajes mencionados esta semana, destaca el senador ahora con licencia Ricardo Monreal, quien debido al escándalo en su estado de origen alcanzó las 1,400 menciones, apenas 200 menos que el presidente Calderón.  La gobernadora zacatecana Amalia García tuvo 1000 menciones.

Los conteos del IFE

En estos días el Instituto Federal Electoral ha publicado los resultados de su monitoreo de noticieros, midiendo menciones y tiempos atribuidos a cada partido político.  En términos generales el PAN y el PRI encabezan el número de menciones con 18% cada uno, seguidos del PRD con 16% y de los partidos verde, del trabajo, convergencia, nueva alianza y socialdemócrata con un promedio de 8% cada uno.  En la memoria del aire nosotros también hacemos mediciones similares aunque con variaciones en la metodología. La diferencia más importante es que nosotros hemos considerado a la persona del ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador como abanderado informal, pero muy visible del Partido del Trabajo. Al considerarlo así el porcentaje para este partido varía del 8% que le adjudica el IFE, a un 19% medido por nosotros. El resto de los partidos mantiene la misma proporción en ambos estudios. Las mediciones de tiempos y menciones para partidos y candidatos en época electoral constituyen uno de los instrumentos más cuestionados y cuestionables, toda vez que las metodologías pueden variar sustancialmente y sus resultados pocas veces son análogos al veredicto en las urnas, por lo que el electorado debería tomarlos como un elemento más para su reflexión, pero no determinante.

Los conductores en radio y televisión ante el temblor

Con respecto al sismo del viernes pasado, en ese momento no menos de 18 estaciones de radio y 8 de televisión estaban transmitiendo noticieros y programas en vivo.  En la memoria del aire editamos el instante en que todas éstas emitían, y las reacciones que tuvieron los diferentes locutores y conductores al anunciar a sus audiencias que estaba temblando.  En general puedo afirmar que existe no solo entre la población, sino entre los comunicadores, una gran cultura de responsabilidad y porque no decirlo, mucha sangre fría, ya que de la compilación de grabaciones son pocos los ejemplos que no podamos calificar de muy positivos. 

La radio y la televisión tiemblan

México Distrito Federal. 22 de Mayo de 2009.  A las 2 de la tarde con 24 minutos y 50 segundos se siente un fuerte temblor con 5.7 grados en la escala de Richter. Al menos 18 Estaciones de radio y 6 de televisión transmitían en ese momento noticieros y programas en vivo.  

Así se vió y escuchó:

Carambola inesperada

Durante los últimos 8 días, el caso de la alerta por el brote epidemiológico ha sido como desde hace tres semanas el asunto del que más se habla en la radio y televisión. Sin embargo nuestros conteos de menciones confirman una tendencia a la baja en el número de impactos.  Si en las semanas más intensas de información sobre la crisis sanitaria el nivel de notas semanales se acercaba a las 20,000, en esta segunda semana de Mayo las menciones alrededor de la influenza alcanzaron las 12,000.  

El tema que como segundo lugar está comenzando a recuperar espacio en los noticiarios y progamas de opinión en mexico, es el proceso electoral federal, que como el mes, entra a su tercera semana. Se trata de 2,200 menciones, todavía muy pocas en comparación con las 12,000 relativas al virus AH1N1.  Los síntomas y efectos de la desaceleración y recesión económica internacional constituyen un tercer caso de interés, con 2,146 menciones. El resto de los temas tiene muy pocas notas como para resultar significativo.

En cuanto a la mención de personas o actores públicos, tenemos esta semana algunos datos interesantes:  El presidente de la república Felipe Calderón fue como en casi todas las semanas del año el más mencionado en radio y televisión con 2,100 notas, seguido del secretario de salud José Ángel Córdova Villalobos  con 1,400.  Quien surgió los últimos días como actor importante, tal y como lo hace de manera cíclica de vez en cuando desde hace más de 15 años habiéndose convertido ya en el villano favorito de toda una generación, es el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, seguido de su predecesor y ahora aparentemente distante Miguel De la Madrid Hurtado, con 900 y 800 menciones respectivamente.  Y junto con ellos, destacó en la última semana quien podríamos ya considerar otro villano favorito a nivel internacional, el hombre fuerte de Cuba Fidel Castro Ruz, con 790 menciones.

Sobre este punto un dato interesante: El revuelo causado por los dos expresidentes mexicanos fue causado por un lado por la publicación de un libro, y por el otro debido a la difusión de una entrevista. Curiosamente los autores del libro y la entrevista, y me refiero a Carlos Ahumada Kurtz y a la periodista Carmen Aristegui respectivamente, tuvieron esta semana un nivel de menciones muy inferior a la magnitud que el libro y la entrevista ocasionaron. Estamos hablando de 330 y 370 menciones apenas durante los últimos 8 días.  

Sin pretender afirmar que era la intención de estos dos personajes sobresalir en la escena pública, si resulta interesante constatar como acciones determinadas en el marco de los medios de comunicación a veces generan efectos no contemplados, o distintos a los esperados.

Videoescándalos virulentos

En lo que podríamos considerar la tercera semana de contingencia epidémica, la radio y televisión mexicanas continuaron refiriéndose al virus de la influenza AH1N1 de manera preponderante. Fueron casi 18,000 menciones al tema en los últimos ocho días, una cantidad todavía superior a la lograda por cualquier otro asunto a lo largo del año, pero ligeramente inferior a la misma estadística de la semana precedente. A pesar de lo anterior ya comenzaron a surgir otros casos que de manera tímida se muestran en radio y televisión. Me refiero al arranque de las campañas electorales, con 1,500 referencias y a los temas relacionados a la crisis económica internacional, con 1,300.

Surgió también,un tema que es nuevo y viejo a la vez; me refiero a la convulsión política causada por la difusión de los videos de Carlos Ahumada, al que se le llamó al principio videogate, pero que actualmente se maneja con un término ya muy común en los medios; el de “videoescándalo”.  Fueron 232 referencias en los noticieros y programas de opinión las logradas por este tema la semana pasada, y 600 las menciones a la persona del empresario de origen Argentino Carlos Ahumada Kurtz, quien así quedó en quinto lugar de mención de personajes, después de  Agustín Carstens con 700, Marcelo Ebrard, con 1000, el Secretario de Salud José Angel Córdova Villalobos, con 1,300 y del presidente Felipe Calderón, con 1,700 menciones.

Decía que el caso de los llamados “videoescándalos” es viejo y nuevo a la vez. De manera parecida a la crisis por el virus de la influenza, en marzo de 2004 difícilmente se hablaba de otro tema en la radio y la televisión, más que del llamado “videogate”. Recordemos que en esos días, el empresario Carlos Ahumada utilizó la difusión de grabaciones de video como parte fundamental de la estrategia para lograr sus fines. 

Considero que ese momento fue un parteaguas importante en la historia de los medios de comunicación en México.  Hoy en día nos parece de lo más natural escuchar noticias que se basan en la difusión de algún material audiovisual; es decir, notas que comienzan con frases como “en un video aparecido en internet…” o “En una grabación que se encuentra en poder de este medio..” etcétera…  son ahora perfectamente naturales; pero hace 4 o 5 años no lo eran tanto.

Recordemos también que hace 4 o 5 años si bien el internet era ya factor importante para la conformación de la opinión pública, el manejo de material audiovisual en la red era limitado. Hoy en día todo lo encontramos en youtube por ejemplo, pero hace 4 o 5 años se requirió de cierta visión y creatividad para utilizar la difusión pública de contenidos multimedia como parte fundamental de una estrategia de comunicación política.  Independientemente de las consideraciones éticas o legales de las acciones de este empresario de origen argentino, no podemos regatearle su papel determinante en la forma como hoy se maneja la comunicación política en nuestro país, y en el uso del neologismo: “videoescándalo”

Los medios con fiebre

Como habíamos adelantado la semana pasada, la radio y televisión mexicanas, en sus emisiones informativas y de opinión, no han hablado de otra cosa más que de la epidemia de influenza en los últimos 8 días.  Con casi 23,000 menciones en este lapso de tiempo, este caso supera en más de cinco veces el récord de impactos para cualquier otro tema.  

Aunque no tenemos mediciones de esos años, es posible que los únicos dos casos en que ha habido tal intensidad en los medios de comunicación hayan sido durante los sismos de 1985, y los atentados terroristas de 2001.

Solo en los días lunes 27 y martes 28 de abril, el caso del virus H1N1 fue mencionado casi 5,000 veces en cada uno de ellos. El miércoles y el jueves siguientes, las menciones no bajaron tampoco de 4,000.

Sin embargo a partir del mensaje del presidente Calderón el miércoles 29 de abril, ocurrió un fenómeno interesante en la radio y televisión: a diferencia de la intensidad casi febril o virulenta –si se me permite la expresión- en que el lunes y martes  se hablaba de la epidemia, a partir del jueves, pero en especial el viernes 1ro de Mayo se dio un cambio cuantitativo y cualitativo en la cobertura informativa del caso.      Por un lado los noticieros y programas de opinión relajaron un poco la intensa cobertura alrededor del tema, y se dieron espacio, por primera vez en varios días, para hablar de otros asuntos.  Ya el viernes  1ro de mayo el número de menciones bajó a menos de 3,000, y durante el fin de semana se detectó una tendencia en los medios para diversificar los temas y asuntos  tratados, tal vez como una forma de terapia para distraer o relajar a la opinión pública. 

Por otro lado la forma en que la radio y televisión manejaron la epidemia también sufrió un cambio cualitativo notable. Durante los primeros días de la emergencia fue evidente la férrea rigidez y formalidad con la que se manejaba la información. Las críticas a la autoridad gubernamental desaparecieron por completo, incluso de las emisiones más aguerridas.  Por ejemplo, comunicadores de estilo cómico o irreverente, o de temas deportivos, dejaban sus bromas aparte para informar, dar indicaciones y recomendaciones con toda seriedad. Se notó en esos días un completo cierre de filas de todos los medios de comunicación alrededor de las medidas y recomendaciones emitidas por el gobierno.

A partir del jueves y viernes, esa férrea rigidez  tendió a relajarse. Por un lado comenzaron a conocerse casos en que candidatos de diferentes partidos usaron la epidemia para realizar acciones de beneficio político electoral. Los conductores y comentaristas que de manera consciente habían evitado cualquier crítica al gobierno, reventaron en contra de estos políticos. 

Por otro lado los medios electrónicos de comunicación comenzaron a dar espacio a las muchas teorías de la conspiración que alrededor de la epidemia se generaron desde el primer momento.  Si los primeros días los medios habían tomado la decisión de cerrar filas y limitarse a transmitir la información y recomendaciones del gobierno,  a partir del jueves y viernes pasado comenzaron a dar cabida a los cientos de versiones del complot alrededor del brote epidémico que iban de lo más plausible, a lo ridículo. 

Este cambio cualitativo y cuantitativo pudo haberse dado por dos razones. Por una parte pudo ser que el mensaje del presidente calderón del miércoles funcionó como una válvula de presión que alivió la tensión que se vivía en ese momento, es decir, el miedo y la desasón que prevalecían dieron paso a una especie de resignación o tranquilidad al entenderse la dimensión de la epidemia y sus medidas.  

Por otro lado pienso que también ocurrió el fenómeno en muchos medios de información, consistente en que se quedaron sin nada que decir. Me explico…  durante los primeros días de la epidemia  había mucho que decir, que informar, que explicar.  Se dieron incluso muchos casos en que los medios abrieron programas y emisiones especiales y dedicaron horas y horas a explicar  todos los detalles de la epidemia, sus síntomas y desde luego las acciones a tomar.  El esfuerzo de los medios fue fructífero, ya que para mediados de la semana pasada, todos éramos ya unos expertos en el tema, y en las medidas de prevención.  Ocurrió entonces que se tenían ya todos esos espacios, esos programas especiales, esas horas aire adicionales, y los medios se encontraron repitiendo una y otra vez la misma información.  

Al relajarse la tensión, al no haber tanta necesidad de repetir y repetir las medidas, y en días en que buena parte de la ciudadanía se quedó en su casa con su familia,  conductores y productores  comenzaron a buscar otras fuentes de información, como el internet y ahí comenzó a diversificarse la tématica alrededor de la epidemia. Los medios entonces han regresado a su propia identidad, y seguramente tenderán a normalizarse en los próximos días.